Promotores: Turismo
de Salamanca
Integrantes: Mis
amigas y yo
Lugar: Torres de
Clerecía, Salamanca
Duración: Dos
Horas
Contenido: Las
torres se construyen para estar cerca del cielo, el lugar en el que
sencillamente se es feliz. Pero también para otear el horizonte. Ya lo decía
Unamuno, Salamanca "Alto Soto de torres". Por ello, subir a las
Torres de la Clerecía es una experiencia única, es respirar, ver el mundo para
anticiparnos de un modo placentero a nuestro devenir. Scala Coeli es una
singular Escalera al Cielo, con la que podremos disfrutar de panorámicas
espectaculares de la ciudad que nunca antes habíamos conocido.
Scala Coeli permite al visitante descubrir la historia del
Colegio Real de la Compañía de Jesús. El edificio que hoy alberga a la
Universidad Pontificia de Salamanca fue iniciado en 1617, por orden de la reina
Margarita de Austria y Felipe III, como principal centro para la formación de
los jesuitas que posteriormente enviarían a las colonias de América y los
países protestantes del centro de Europa. Es, en la actualidad, una
manifestación espléndida del barroco, destacando su Escalera Noble y
especialmente el magnífico Patio Barroco rodeado de un claustro de dos pisos.

Impresión personal: Excelente
Asistencia: Poca
Crítica, concepción y
medios: ¿Qué decir de las torres? Ni yo misma lo sé. Es una de las formas
en las que puedes ver Salamanca desde una vista panorámica, aunque cuando hace
mucho viento yo no te aconsejo subir.
Lo primero que ves es su fachada, impresionante, como muchos
de los edificios que hay en la ciudad.
Cuando subes uno de los tramos de escaleras hay una habitación
donde puedes ver una maqueta de todo el edificio junto con una exposición. Después,
si quieres vivir toda la experiencia tendrás que subir las escaleras que dan a
la torre.

También desde la torre se puede ver desde arriba la casa de las conchas

Con lo que me gustaría hacer se relaciona ya que engloba el
turismo y la historia, cosas que a mí me apasionan. Además de poder hacer
intervenciones en la ciudad, ya que cuando vivía allí tenía la impresión de que
la ciudad se paraba en cuanto los universitarios se iban de ella.