Promotores: Mi
Madre
Integrantes: Mi
madre y yo
Lugar: Torrecilla
del Monte
Duración: Una
tarde
Contenido: Elaboración
de Morcillas
Impresión personal: Excelente
Asistencia: La
prevista
Crítica, concepción y
medios: Creo que es importante que las tradiciones de un pueblo se
transmitan de padres a hijos y algo que está inherente en la cultura burgalesa
es su famosa morcilla de Burgos. En cada lugar de la provincia se elaboran de
distinta manera y siguiendo su propia receta, tanto es así que en cada casa de
un pueblo se hacen con unos ingredientes distintos.
Tras haber embutido todas las morcillas se prepara la
caldera donde vamos a cocer las morcillas. Cuando ya está templado el agua, se
echa un poco de sal y se van metiendo las morcillas, hay que cocerlas a fuego
lento ya que si se cuecen a fuego muy alto se acaban pegando al fondo y rompiéndose
las tripas, con lo cual ya no habría morcillas.
Antes de empezar a sacar todas las morcillas, se saca solo
una y se prueba a ver si esta hecho el arroz y la cebolla, si están bien
cocidos se empiezan a sacar las morcillas y el caldo mondongo. Las morcillas se
dejan enfriar en un cartón todas extendidas excepto las que vayamos a cenar esa
noche junto con el caldo mondongo.
Siempre la noche en la que hacemos las morcillas cenamos
morcillas y caldo mondongo, que solemos hacerlo de tres formas distintas: o el
caldo solo, o echamos pan, para hacer sopas de caldo mondongo, o echamos fideos
y lo comemos como una sopa.
Como animadora creo que esta experiencia se podría hacer
como una actividad para recuperar las tradiciones y enseñar a los niños y a
algunos no tan niños, cómo se hace uno de los productos gastronómicos que caracterizan
a nuestra provincia.
Es una actividad en la cual podrían participar tanto niños
como adultos y ancianos, estos últimos incluso podrán ver las diferencias entre
cómo se hacían antes y cómo se hacen ahora, ya que antes sólo se podían hacer
con tripas frescas y ahora venden tripas sintéticas, con lo cual puedes hacer
más.