domingo, 26 de febrero de 2017

Morcillas

Tipo de actividad: Tradiciones

Promotores: Mi Madre

Integrantes: Mi madre y yo

Lugar: Torrecilla del Monte

Duración: Una tarde

Contenido: Elaboración de Morcillas

                                                                                       Impresión personal: Excelente

                                                                                       Asistencia: La prevista

Crítica, concepción y medios: Creo que es importante que las tradiciones de un pueblo se transmitan de padres a hijos y algo que está inherente en la cultura burgalesa es su famosa morcilla de Burgos. En cada lugar de la provincia se elaboran de distinta manera y siguiendo su propia receta, tanto es así que en cada casa de un pueblo se hacen con unos ingredientes distintos.

Primero de todo hay que comprar los ingredientes y molerlos. Más tarde se mezclan todos los ingredientes y tras dejarlo reposar un poso se procede a embutir la mezcla en las tripas, previamente lavadas ya que para conservarlas se meten en sal.

Tras haber embutido todas las morcillas se prepara la caldera donde vamos a cocer las morcillas. Cuando ya está templado el agua, se echa un poco de sal y se van metiendo las morcillas, hay que cocerlas a fuego lento ya que si se cuecen a fuego muy alto se acaban pegando al fondo y rompiéndose las tripas, con lo cual ya no habría morcillas.

Cuando queda poco para que estén echas se arregla el caldo mondongo y se espera a que estén hechas.

Antes de empezar a sacar todas las morcillas, se saca solo una y se prueba a ver si esta hecho el arroz y la cebolla, si están bien cocidos se empiezan a sacar las morcillas y el caldo mondongo. Las morcillas se dejan enfriar en un cartón todas extendidas excepto las que vayamos a cenar esa noche junto con el caldo mondongo.

Siempre la noche en la que hacemos las morcillas cenamos morcillas y caldo mondongo, que solemos hacerlo de tres formas distintas: o el caldo solo, o echamos pan, para hacer sopas de caldo mondongo, o echamos fideos y lo comemos como una sopa.

Como animadora creo que esta experiencia se podría hacer como una actividad para recuperar las tradiciones y enseñar a los niños y a algunos no tan niños, cómo se hace uno de los productos gastronómicos que caracterizan a nuestra provincia.


Es una actividad en la cual podrían participar tanto niños como adultos y ancianos, estos últimos incluso podrán ver las diferencias entre cómo se hacían antes y cómo se hacen ahora, ya que antes sólo se podían hacer con tripas frescas y ahora venden tripas sintéticas, con lo cual puedes hacer más.