domingo, 12 de febrero de 2017

Roma


Tipo de actividad: Turismo

Promotores: IES Enrique Flórez

Integrantes: Estudiantes de todos los primeros en el IES Enrique Flórez

Lugar: Roma, Italia

Duración: 1 día

Contenido: Visita al Coliseo y tarde libre

Impresión personal: excelente

Asistencia: obligatoria

Crítica, concepción y medios: El 23 de enero fuimos a ver el coliseo de Roma.

Creo que todo el mundo sabe lo que es, pero por si acaso alguien no lo sabe, es el anfiteatro que está en Roma. Originariamente fue llamado Anfiteatro Flavio, en honor a la familia que lo mandó construir, la familia Flavio. Pasó a llamarse coliseo a causa de la estatua del Coloso de Nerón, que no ha llegado hasta nuestros días.
En la actualidad solo quedan las ruinas de lo que fue en la antigüedad. No queda nada de lo que antes era la arena, por lo cual se puede ver el entramado de las mazmorras, donde estabas los gladiadores a la espero de ser llamados a la arena. En las ruinas se puede ver donde estaba la zona en la que se sentaba la gente ilustre, como senadores, magistrados, etc. Lo que se conserva son las escaleras, más o menos y los vomitorium, es decir, las salidas.

Para mí, fue lo mejor del día.

Después tuve que decidir entre ver el foro Romano  o ir a la Ciudad del Vaticano, y al ser yo de las pocas que quería ir, decidimos posponerlo hasta después de comer, e ir al Vaticano junto con los profesores. Tuvimos que coger un metro para ir y cuando llegamos, también tuvimos que decidir si ver la Basílica de San Pedro o los Museos Vaticanos, mis amigos y yo decidimos ir a la basílica ya que también se podía subir a la cúpula, cosa que desaconsejo si tienes claustrofobia, puesto que las escaleras se van haciendo más estrechas, y las paredes se van acomodando a la forma de la cúpula, por lo cual tienes que subir medio torcido y entre paredes sin ventanas. No sé si fue porque estaba lloviendo o por lo mal que lo pase subiendo, pero las vistas no me quitaron el aliento como me sucedió con las vistas de Florencia.

Después de bajar de la cúpula fuimos a comer y después decidimos ir a ver el foro romano, con tan mala suerte que cerraban a las cuatro y media de la tarde, justo cuando llegamos.

Después unos pocos volvimos a coger el metro, ya que estaba lloviendo y fuimos a la plaza del Pueblo, desde la cual decidimos ir a la Fontana di Trevi, aunque para llegar nos perdimos un poquito.
Más tarde nos juntamos con los restantes de la clase y fuimos a tomar un café.
Cuando se hizo la hora fuimos al lugar donde nos iba a recoger el autobús para llevarnos al hotel.

Y aquí se acaba mi día en Roma.

Fue una de las mejores experiencias del viaje.