Promotores: IES
Enrique Flórez
Integrantes: Estudiantes
de todos los primeros en el IES Enrique Flórez
Lugar: Roma,
Italia
Duración: 1 día
Contenido: Visita
al Coliseo y tarde libre
Impresión personal: excelente
Asistencia: obligatoria
Creo que todo el mundo sabe lo que es, pero por si acaso
alguien no lo sabe, es el anfiteatro que está en Roma. Originariamente fue
llamado Anfiteatro Flavio, en honor a la familia que lo mandó construir, la
familia Flavio. Pasó a llamarse coliseo a causa de la estatua del Coloso de
Nerón, que no ha llegado hasta nuestros días.
En la actualidad solo quedan las ruinas de lo que fue en la
antigüedad. No queda nada de lo que antes era la arena, por lo cual se puede
ver el entramado de las mazmorras, donde estabas los gladiadores a la espero de
ser llamados a la arena. En las ruinas se puede ver donde estaba la zona en la
que se sentaba la gente ilustre, como senadores, magistrados, etc. Lo que se
conserva son las escaleras, más o menos y los vomitorium, es decir, las
salidas.
Después tuve que decidir entre ver el foro Romano o ir a la Ciudad del Vaticano, y al ser yo de
las pocas que quería ir, decidimos posponerlo hasta después de comer, e ir al
Vaticano junto con los profesores. Tuvimos que coger un metro para ir y cuando
llegamos, también tuvimos que decidir si ver la Basílica de San Pedro o los
Museos Vaticanos, mis amigos y yo decidimos ir a la basílica ya que también se
podía subir a la cúpula, cosa que desaconsejo si tienes claustrofobia, puesto
que las escaleras se van haciendo más estrechas, y las paredes se van
acomodando a la forma de la cúpula, por lo cual tienes que subir medio torcido
y entre paredes sin ventanas. No sé si fue porque estaba lloviendo o por lo mal
que lo pase subiendo, pero las vistas no me quitaron el aliento como me sucedió
con las vistas de Florencia.
Después unos pocos volvimos a coger el metro, ya que estaba
lloviendo y fuimos a la plaza del Pueblo, desde la cual decidimos ir a la
Fontana di Trevi, aunque para llegar nos perdimos un poquito.
Más tarde nos juntamos con los restantes de la clase y
fuimos a tomar un café.
Cuando se hizo la hora fuimos al lugar donde nos iba a
recoger el autobús para llevarnos al hotel.
Y aquí se acaba mi día en Roma.
Fue una de las mejores experiencias del viaje.