
La Educación Popular se contrapone a la educación formal.
Esta última entiende a los participantes del proceso educativo como recipientes
que pueden ser llenados de conocimientos. Se caracteriza por ser una práctica
autoritaria y de traspaso unilateral de conocimiento, sin reflexión ni crítica.
La Educación Popular o liberadora, en cambio, se caracteriza por ser un espacio
de diálogo, encuentro y reflexión. A través de la superación de la
contradicción educador-educando, nadie educa nadie, sino que todos se
autoeducan y generan conocimiento popular y colectivo.
Uno de los principales personajes de esta práctica es el
educador brasileño Paulo Freire, quien desarrolló un programa de alfabetización
de los oprimidos y divulgó por el mundo sus ideas al respecto. Es un modelo de
ruptura en relación muchas veces con las prácticas de resistencia. Además, está
íntimamente ligada con la desnaturalización de la realidad y la transformación
radical de la sociedad.
La teoría de la educación popular, creada por Freire, tiene
los siguientes puntos:
- Crítica y dialéctica: Transformar al sujeto a partir de un proceso de educación contextual. Que el oprimido tenga las condiciones para descubrirse y conquistarse reflexivamente, como sujeto de su propio destino histórico.
- Contexto: La persona siempre es en relación a un contexto social.
- Método: La utilización de los recursos orales fundamentalmente. Depende del marco de referencia que se utilice. La evaluación también será contextual.
- Praxis: Toda teoría de la educación popular tiene que tener consecuencias prácticas.
